Entre noviembre y abril se inaugura la temporada de calçots, con menú menú típico alrededor del calçots con su salsa y complementos alimenticios habituales (la calçotada). A día de hoy, los calçots han ganado popularidad en toda Cataluña. Si estás alojado en un hotel en Lleida, puedes disfrutar de unos buenos calçots, hechos de manera tradicional. Es una de las mejores provincias donde buscar la mejor calçotada.
En la provincia de Lleida, hay infinidad de apartamentos en lleida y diferentes restaurantes de referencia donde preparan calçotadas muy completas. El restaurante La Garbinada se especializa en calçots, pero también en otros productos locales. Además del plato ya mencionado, merece la pena probar las setas a la pizarra, la escalivada y los caracoles.
La Dolceta, es un clásico de la cocina catalana en la provincia de Lleida. Su concepto de cocina se basa en el producto local de calidad, con ingredientes naturales y frescos. Los caracoles y la calçotada son los dos platos más demandados en este restaurante que ya suma más de treinta años de tradición familiar.
¿Existe algo más tradicional en la provincia de Lleida que una masía? Esta precisamente es la razón de ser de la Masía Les Garrigues, un restaurante tradicional con grandes platos como el salteado de setas con foie, los calçots o los caracoles, sin olvidarse de su selección de carne a la piedra.
Los calçots son cebollas tiernas y dulces conseguidas por el desarrollo de los brotes de una cebolla vieja, arrancada y vuelta a plantar. Cuentan con la Denominación de Calidad desde 1995 (IGP Calçot de Valls). Se asan a la parrilla, habitualmente, se envuelven en papel para mantenerlos calientes, y llegan así a la mesa sobre una teja.
Después, se sirven acompañados de la popular salsa salvitxada o romesco elaborada con tomates, pimiento seco, almendras y avellanas, y en el aliño un poco de pimienta, aunque tiene mil variantes.
A la hora de comerlos, la tradición indica que se haga de pie y el babero es fundamental para evitar que todo ese negro de fuera sea un riesgo para la ropa, pues hay que retirar esa primera capa (carbonizada) antes de llevarlo a la boca. Luego, la salsa romesco al lado para ir mojando a medida que se van comiendo; dependiendo de la práctica se pueden superar las 25 piezas…
El punto de partida del calçot es el pueblo de Valls, donde hace más de cien años que se celebran las calçotadas. Es una tradición entre las familias vallenses desde finales del XIX. La historia de esta cebolla se remonta a entonces, cuando un payés de la localidad, Chat de Benages, empezó a hacer a la brasa los brotes tiernos de una cebolla vieja pero se descuidó y se le quemaron.
Fue cuando en vez de tirarlas las peló, quitándoles la capa que había ennegrecido el fuego, y descubrió que por dentro estaban jugosas, más suaves y dulces. También, se debe a él la salsa con que se acompañan. Posteriormente llegaría la comida popular en torno a él.
La fiesta tradicional se celebra en la localidad tarraconense de Valls (la Gran Fiesta de la Calçotada). Valls es la cuna del calçot. El evento tendrá lugar el 29 de enero de 2023 y la nueva edición presenta grandes novedades. Se trata de una de las fiestas gastronómicas catalanas más importantes con gran afluencia de visitantes.